La cal es uno de los principales problemas que pueden surgir con respecto a los termos es la acumulación de cal en su interior, tanto en la resistencia como en las paredes del tanque. Elegir un modelo adecuado para nuestra vivienda en función del tipo de agua de nuestra zona, y realizar un mantenimiento periódico del ánodo, es la mejor forma de prevenir los efectos perniciosos de la cal.
- Dificultad para transmitir el calor al agua: Cuando la cal se acumula en la resistencia no puede calentar el agua correctamente ya que es un aislante térmico y un mal conductor del calor, así que ante su presencia el termo requiere mucha más energía para realizar el mismo trabajo, disparando con ello el consumo eléctrico.
- Sobrecalentamiento de la resistencia: A su vez, hace que el termostato de seguridad salte continuamente, incluso cuando el agua no está a la temperatura previamente indicada.
- Corrosión del tanque: Si el ánodo de magnesio no funciona correctamente, la cal se acumula en el termo eléctrico, afectando al tanque y provocando óxido (corrosión), pérdidas de agua y roturas.
- Acortamiento de la vida útil del termo: tanto el termostato como la resistencia, trabajarán durante más tiempo de manera ineficiente acortando su vida útil y, por ende, también la del termo eléctrico.
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